Documents on Mexican Politics.

La Rebelion de las Cañadas.

La Rebelion de las Cañadas.

Carlos Tello Diaz
(Excerpts)



Proceso No. 976, 17 de julio de 1995, pagina 6.

"Los insurgentes eran ya muy fuertes,
demasiado para ser detenidos por la Iglesia..."

De como el EZLN se organizo,
se armo y decidio iniciar en Chiapas
la guerra de liberacion


Del libro _La rebelion de las Can~adas_, del investigador Carlos Tello Diaz,
proximo a publicarse, transcribimos partes sustanciales del capitulo
relativo a las circunstancias en que, de acuerdo al autor, los dirigentes de
las Fuerzas de Liberacion Nacional (FLN) decidieron culminar decadas de
organizacion en la selva chiapaneca con el levantamiento armado que hizo
entrar al EZLN a la historia del pais el 1o de enero de 1994. Acompan~amos
el fragmento con la "Advertencia" que el propio autor incluye al principio
de su obra.


ADVERTENCIA

Este libro fue concebido con el animo de comprender, no de juzgar. Narra la
historia de las comunidades que protagonizaron, a partir de 1994, la
rebelion de Chiapas. La historia comienza a finales de la decada de los
cincuenta, con el exodo de los indigenas hacia las can~adas de la Selva.
Abarca mas de 7 lustros, para culminar, al fin, con el estallido de la
rebelion. El trabajo esta basado mas que nada, en testimonio y documentos.
Es resultado del interes con el que lo vieron muchos de los que participaron
-como actores o como testigos- en el levantamiento de EZLN. Todos los
nombres que aparecen en el texto son reales, con una excepcion: los de los
zapatistas del ejido La Sultana. Algunos de los nombres mencionados en las
notas de las entrevistas, a su vez, han tenido que ser modificados. La
correccion del texto, para fortuna del libro, estuvo a cargo de Antonio
Bolivar. El trabajo, en general, fue realizado con ayuda de la revista
_Nexos_ y, por supuesto, con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores de
Arte.

                                                Carlos Tello Diaz

A partir de la decada de los noventa, el EZLN tuvo que replantear sus
relaciones con la diocesis de San Cristobal. Los insurgentes eran ya muy
fuertes, demasiados para ser detenidos por la Iglesia. Muchos de sus
compan~eros, sin embargo, los abandonaban por sus desacuerdos con los
sacerdotes. Esos desacuerdos, al pasar el tiempo, enfrentaron a _Marcos_ con
don Samuel. El obispo lamentaba, en privado, el apoyo brindado por los curas
a las FLN (Fuerzas de Liberacion Nacional). "Esas gentes", decia con
desazon, "se vinieron a montar en un caballo ensillado" (1). Era terrible.
Ahora llevaban a los indios al borde de la tragedia. El subcomandante, por
su lado, contragolpeaba sin contemplaciones. Sus palabras retumbaban en el
aire. "Aqui no va a haber ARIC (Asociacion Rural de Interes Colectivo), no
va a haber Palabra de Dios, no va a haber gobierno de la Republica. Aqui va
a haber Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional" (2). En medio de la
disputa, Jorge Santiago (_Jacobo_) mediaba para lograr la reconciliacion en
Chiapas. Jorge ya no era compan~ero de _Elisa_, quien entonces vivia fuera
de la Selva con _Vicente_, pero mantenia relaciones muy estrechas con la
dirigencia del EZLN, en particular con el comandante _Rodrigo_. Sus
esfuerzos, a pesar de todo, resultaron inutiles. La reconciliacion entre la
Iglesia y el EZLN hubo de venir despues, an~os despues, al estallar por fin
la rebelion de las Can~adas. Los indigenas, mientras tanto, estaban en
verdad desconcertados. "Ustedes nos metieron en la organizacion y ahora se
salen", decian a los padres. "Pues que sentido tiene" (3). A pesar de las
desavenencias, cabe recalcar, un grupo muy importante de sacerdotes
cooperaba todavia con los rebeldes. Asi lo suponian tambien los mandos de la
31a Zona Militar. En enero de 1991, al descubir un campo de guerrillas en el
ejido Quintana Roo, entre todos los hallazgos -rifles de madera, uniformes,
claves de radio- encontraron datos que comprometian a Felipe de Jesus
Toussaint, parroco de Sabanilla. Mas tarde, al recorrer los cerros vecinos a
La Realidad -El Mico y El Quemado- supieron que los guerrilleros eran
apoyados con armas por Heriberto Cruz, parroco de Las Magaritas (...)

                                * * * * *

El an~o de 1991, tan lleno de sucesos, habria de finalizar con un
acontecimiento inesperado para las comunidades de la Selva. Santiago
Lorenzo, acusado de corrupcion, fue removido de la presidencia del ARIC. En
su lugar, las comunidades eligieron a Lazaro Hernandez. Eran muy graves los
cargos contra Santiago. Sus compan~eros lo acusaban de robar un credito para
ganado de 619 millones de pesos. Una suma grande. Con el, desde luego,
culpaban al tesorero, Ignacio Silvano, asi como tambien al encargado de la
comision de ganado, Manuel Rodas. "El dinero se quedo en las manos de unas
cuantas personas", recordaria Lazaro, "y cuando se les pidio que entregaran
cuentas, hicieron un desmadre con el contador y se fueron" (4). Los
compan~eros entonces, convocaron a una reunion para nombrar autoridades en
sustitucion de las que fueron expulsadas. La reunion tuvo lugar el 8 de
diciembre, en el ejido de San Juan, uno de los mas zapatistas de la can~ada
de Patihuitz. Los ariqueros que todavia militaban en el EZLN propusieron por
unanimidad a _Jesus_, es decir, a don Lazaro. _Marcos_ dio linea de votar a
su favor. Aquellos que no militaban en el EZLN, en cambio, postularon a
Javier Toledo, un tzeltal del rancho Guayaquil, en la region del Avellanal.
La votacion fue muy cerrada. Al final de la contienda, Lazaro Hernandez, el
ganador, recibio de las comunidades el simbolo de la transmision de poder en
la organizacion: una pistolita de madera que databa de los tiempos de
Quiptic. Su triunfo represento, sin lugar a dudas, un espaldarazo para la
guerrilla. _Jesus_ era, entre los indigenas, una de las personalidades mas
destacadas del movimiento. Fungia como primer responsable de la region.
Tenia fama de ser un hombre tenaz, habil, conciliador. Su prestigio, por lo
demas, no parecia mermado por el alejamiento entre el EZLN y la Iglesia. Era
buena, todavia, su relacion con _Marcos_. Era buena, tambien, su relacion
con _Caminante_, como llamaban los zapatistas a don Samuel Ruiz (...)

                                * * * * *

El an~o de 1992 inicio con una serie de cambios que revolucionarian al
mundo. En el centro de todos esos cambios, a modo de simbolo, estaba la
desaparicion de la Union Sovietica. Con ella se derrumbo tambien, para
muchos, el ideal del socialismo. Los ecos de su derrumbe llegaron hasta la
Selva Lacandona. "No hay para que luchar", ironizaba por aquellas fechas el
subcomandante _Marcos_). "El socialismo ha muerto. Viva el conformismo y la
reforma y la modernidad y el capitalismo" (5). La ruptura de _Marcos_ con el
grupo Slop, agudizada por esos acontecimientos, significo que muchos de sus
cuadros -los mas cercanos a Slop- abandonaran las filas de la guerrilla,
entre ellos algunos de sus oficiales, como _Gabino_, _Cecilia_ y _Jose
Carlos_. Sus bases de apoyo, entre los campesinos, estaban asimismo muy
menguadas. "Pueblos enteros se nos salian", recuerdan los zapatistas. "No,
hombre, se nos armo un desmadre" (6). El EZLN, en efecto sufrio por esos
dias una crisis muy profunda. Fuera de Chiapas, para colmo, los trabajadores
que tenian vinculos con las FLN comenzaron a dejar el movimiento,
encabezados por _Panchon_, uno de los dirigentes del Frente Obrero. No nada
mas la meta, el socialismo, sino tambien su camino, el de las armas, parecia
sin porvenir. Asi lo comprendieron los miembros del movimiento
revolucionario mas importante de centroamerica, el FMLN. El 16 de enero de
1992, en la capital de Mexico, los dirigentes del FMLN firmaron los acuerdos
de Chapultepec con el gobierno del presidente Alfredo Cristiani. Las
hostilidades en El Salvador, prolongadas a lo largo de los ochenta, dejaron
alrededor de setenta y cinco mil muertos. Perdidas superiores a los 2,000
millones de dolares en el pais mas pequen~o del continente, el "Pulgarcito
de America", como lo llamaba de carin~o Gabriela Mistral (7). Esas
hostilidades, emprendidas a nombre de la libertad y la justicia, no pudieron
suprimir el cumulo de tragedias, politicas y sociales, que pesaba sobre la
nacion. En Mexico, las FLN condenaron el acuerdo que puso fin a la guerra de
guerrillas en El Salvador. "No vale uno solo de los miles y miles de
insurgentes caidos en combate", afirmaron en una publicacion (8). Para
ellos, por supuesto, la lucha con las armas apenas comenzaba (...)

                                * * * * *

En la can~ada de Patihuitz, uno de los ejidos que mas sufrieron la crisis de
la ganaderia, fue La Sultana. Muchos de sus habitantes no pudieron saldar
las deudas contraidas meses antes con Banrural. Otros mas, para saldarlas,
tuvieron que vender lo poco que poseian. Contaban por esos dias con mas de
cuatrocientas cabezas de ganado, en su mayoria compradas a Tito Albores, el
duen~o de El Porvenir. Tito mantenia relaciones muy cordiales con los
ejidatarios de La Sultana, algunos de los cuales conocia desde que
trabajaban con su padre, don Javier. Les vendia pies de cria -cebus, por lo
general- para mejorar la calidad de su ganado. Todos poseian al menos una
res en La Sultana. Francisco Gomez, por ejemplo, tenia 8 hectareas de
potrero, en un costado de la carretera que daba con San Quintin. Lo cuidaban
unos campesinos que vivian al lado de su casa, pues el viajaba con
frecuencia, fuera del ejido. A todos les pagaba con trago, normalmente con
aguardiente de can~a llamado Jaguar. Eran ellos quienes chaporreaban.
Lorenzo, su hijo, estaba todavia muy chico. Los Gomez, ademas de sus 8
hectareas de potrero, tenian 3 hectareas de milpa -para sus puercos, para
sus pollos- y tambien una hectarea de cafetal, que les daba, an~o con an~o,
alrededor de 4 quintales de cafe pergamino de tipo Borbon. Sembraban,
asimismo, unas areas de can~a de azucar, para tener barras de piloncillo, y
cultivaban, desde luego, palma xiate, como todos los ejidatarios de La
Sultana. La vendian a 2 mil pesos la gruesa, nada mal, pues recolectaban
hasta 20 gruesas en un dia. El patrimonio de los Gomez era similar al de los
demas campesinos de las Can~adas. Era muy superior al de los indios que
vivian de la mendicidad en los alrededores de San Cistobal. En la Selva, la
marginacion era mayor, pero la pobreza, en general, menos que la de los
Altos.

    Pedro Ramirez era tal vez el ejidatario mas prospero de La Sultana.
Tambien, sin duda, uno de los mas respetados. Era bajo, moreno, sin canas.
"Lo que decia el todos lo obedecian la gente", confirman sus paisanos (9).
Hacia mas de treinta an~os que vivia, al igual que los otros fundadores del
ejido, en la dotacion original de La Sultana. Con Celestina Ruiz, su mujer,
tenia diez hijos, seis de los cuales -los hombres- eran milicianos del EZLN.
Don Pedro fue uno de los que mas promovieron la venta de reses para comprar
armas en el poblado. Todas las suyas -unas treinta y cinco- fueron vendidas
por sus hijos en los an~os que precedieron a la rebelion. Muchos siguieron
el ejemplo, otros no. Eran notables, en el ejido, las diferencias entre los
zapatistas y los no zapatistas. Esas diferencias estaban reflejadas en la
conformacion de sus autoridades, elegidas por ellos en aquel an~o de 1992.
Domingo Garcia, el presidente, no era zapatista, pero su tesorero, Baltasar
Lopez, si lo era, como tambien, sin duda, Alberto Santis, presidente del
Consejo de Vigilancia. En todo caso, por encima de las autoridades tronaba
la voz de Pedro Ramirez. Con su venia, en aquellos dias, el tesorero vendio
las reses que pertenecian al ejido. El dinero de la venta jamas aparecio.
Los ejidatarios que no militaban en el EZLN, asustados, mandaron sus quejas
al gobierno en Ocosingo: al INI (Instituto Nacional Indigenista), al INEA
(Instituto Nacional para la Educacion de Adultos), a la presidencia
municipal. Nadie les hizo caso. Un becerro de 400 kilos, como los que
vendian, costaba mas o menos un millon de pesos en aquel entonces. Los
precios, vale recordar, estaban a la baja desde la apertura de las fornteras.
Con un millon de pesos, sin embargo, era posible comprar, a precios de
mayoreo, armas de fuego muy poderosas. Un fusil AK-47, sovietico, costaba
900 mil en el mercado negro de Centroamerica. Una carabina M-1,
norteamericana, costaba menos de 400 mil. Al final, todos los animales del
ejido -becerros, puercos, guajolotes- fueron puestos a la venta por los
zapatistas. El producto lo invertian en armas para la guerrilla, igual a
como lo habian invertido, an~os atras, en fondos para la union de credito.
Ahora, como antes, pensaban tambien en su propio beneficio. Asi lo
manifestaron a los demas. "Decian que no quieren producir nada porque van a
ganar todo mas despues" (10).

    Las aportaciones que daban al movimiento los campesinos de las Can~adas
eran una fraccion nada mas de todos los gastos que pesaban sobre las
finanzas de las FLN. Habia que pagar viajes, honorarios, dadivas y sobornos;
mantener imprentas, armerias, talleres y casas de seguridad; comprar armas,
uniformes, viveres, medicinas, radios, municiones y vehiculos de carga. El
movimiento, desde sus origenes financiaba sus actividades, por lo general,
con medios legales, no ilegales. Por ello, en parte, sus lideres lograron
mantener la clandestinidad. Entre sus fuentes de financiamiento destacaban
las contribuciones que los militantes aportaban a las arcas de la
organizacion. Esas contribuciones -en especie, dinero o trabajo-
significaban alrededor del 10 por ciento de los ingresos que percibian. Con
relacion al EZLN, en concreto, los insurgentes recibieron, ademas, apoyos
muy diversos en Chiapas. Recibieron apoyo del Movimiento Proletario
Independiente, algunos de cuyos lideres -exmilitantes de las FLN-
conservaban amistad con el subcomandante _Marcos_. Recibieron tambien apoyo
de muchas de las organizaciones no gubernamentales que, como DESMI, tenian
relaciones de trabajo con la diocesis de San Cristobal. DESMI, en efecto,
financiaba proyectos en poblados de la region donde sabia que las
autoridades eran zapatistas. Esos poblados, a su vez, canalizaban los
recursos que llegaban del Estado -creditos de Banrural, fondos de
Solidaridad- hacia la tesoreria del EZLN. Asi pues, para sobrevivir, los
insurgentes, en lo fundamental, no se vieron obligados a recurrir a
procedimientos ilegales -como por ejemplo, el trafico de drogas. Sus
estatutos eran inqequivocos al respecto. Hubo grupos que sembraron mariguana
cerca del ejido de Nuevo Progreso, grupos que tenian vinculos con
guerrilleros de Guatemala. Hubo tambien individuos que pasaron cargamentos
de cocaina por la cordillera de San Felipe, en la Reserva de la Biosfera. El
EZLN no mantuvo relacion con ellos, aunque tuvo sin duda contacto, pues
todos operaban en la Selva. Los zapatistas, tal vez, les cobraban nadamas
una especie de peaje, como dicen que hacia Lucio Caban~as en la sierra de
Guerrero (...)


(Continua...)


1 Fuente: Rene Gomez, agosto de 1994, Tuxtla Gutierrez.
2 Fuente: Abelardo Perez, agosto de 1994, Guadalupe Tepeyac.
3 Citado por _Proceso_, 13 de septiembre de 1993.
4 Citado por _La Jornada_, 20 de febrero de 1994
5 EZLN, _Chiapas: el sureste en dos vientos, una tormenta y una profecia_,
  Selva Lacandona, 1992.
6 Entrevista con Cesar Hernandez, abril de 1994, La Garrucha.
7 Citado por Carlos Tellez Diaz, "La conclusion de los tratados de paz en El
  Salvador", _Cuadernos de Trazos_, diciembre de 1992.
8 _Nuevo Horizonte_, septiembre de 1992.
9 Entrevista con Jesus Morales, abril de 1994, Ocosingo.
10 Entrevista a Jesus Morales, abril de 1994, Ocosingo.

                                * * * * *

La simpatia que habria de generar la rebelion de los indigenas, al estallar,
era desde luego comprensible. Era tambien necesaria. Chiapas atravesaba un
periodo muy dificil al comienzo de los noventa. Los campesinos, hundidos en
la miseria, no tenian cauces para manifestar su desesperacion. Eran
sistematicamente reprimidos por el gobierno de Patrocinio Gonzalez. El
gobernador los reprimia, no con la fuerza, como su predecesor, sino con la
ley. Quiero decir, su ley. El titulo IX del Codigo Penal de Chiapas
tipificaba los delitos que atentaban contra la seguridad del Estado. Los
campesinos que resistian los desalojos, por ejemplo, convencidos de que las
tierras que cultivaban eran suyas, podian ser acusados de _sedicion_ de
acuerdo con el articulo 222 del Codigo Penal, que condenaba hasta por cuatro
an~os de prision "a los que reunidos tumultuariamente, pero sin armas,
resistan a la autoridad o la ataquen para impedirle el libre ejercicio de
sus funciones" (11). Asimismo, los campesinos que protestaban en las
ciudades por desalojos -o por lo que fuera- podian ser acusadas de motin de
acuerdo con el articulo 225, que condenaba tambien hasta por cuatro an~os de
prision "a los que para hacer uso de un derecho pretextando su ejercicio se
reunan tumultuariamente para tomar por asalto edificios o parques publicos,
u obstruyan las vias de comunicacion" (12). En Chiapas, las personas mas
diversas alzaban la voz contra los articulos del Codigo Penal. Para Valdemar
Rojas, lider del PAN, tenian "la finalidad especifica de reprimir con
legalidad la oposicion" (13). Para German Meza, lider del PRD, pretendian
"encuadrar cualquier expresion de inconformidad en un contexto delictivo"
(14). Era la verdad. En un estado con problemas tan profundos, con rezagos
tan graves, el gobernador prefirio, antes que dialogar, reprimir con el
cobijo de las leyes.

    El Codigo Penal no termino con las movilizaciones en Chiapas. Por el
contrario, las estimulo. El 7 de marzo de 1992 partio de Palenque la marcha
que todos, mas tarde, habrian de conocer con el nombre de Xi Nich, (en chol,
Hormiga que Marcha). Estaba coordinada por un jesuita, Jeronimo Hernandez,
el mismo que dos an~os despues, un diario de la capital habria de confundir
con el subcomandante _Marcos_. Eran choles, en su mayoria, que protestaban
contra la represion del gobierno del estado. Algunos de sus dirigentes
estaban entonces en la carcel por haber organizado meses antes, un planton
en el Parque Central de Palenque. Xi Nich demandaba su liberacion. Demandaba
en general, poner fin a los encarcelamientos injustos, a los rezagos
agrarios, al imperio de las autoridades corruptas. La marcha debio recorrer,
a pie, 1,106 km para llegar hasta la capital de la Republica. Apenas
iniciada, el dia 9, tuvo lugar una manifestacion en Ocosingo. Los grupos que
confluian en la ciudad -Yetal Chen, Takin Okum, Tatojobtezel- apoyaban los
reclamos de Xi Nich. Eran los mismo que durante los setenta permanecieron al
margen de los maoistas que llegaron a la diocesis, para "seguir su propia
dinamica", en palabras de los jesuitas que los acompan~aban (15). Esos
grupos, a pesar de ser pacificos, sufrian tambien el peso de la represion.
A lo largo del gobierno de Gonzalez, segun datos del INI, dos mil doscientos
noventa indigenas fueron apresados en Chiapas. Muchos no sabian ni de que
los acusaban. Tenian razon los miembros del Comite Clandestino
Revolucionario Indigena. "Nosotros hemos luchado a pedir la solucion de
nuestras necesidades en una forma pacifica, en una forma legal, pero los
gobernantes estatal y nacional no nos han escuchado. Por eso nosotros ya no
nos quedo otro camino. Alzarnos con nuestras armas a ver si nos escucharan"
(16).

    El 10 de abril hubo, de nuevo, una manifestacion en Ocosingo. Era comun
que las organizaciones movilizaran a sus fuerzas ese dia, que consagraban a
la memoria del general Emiliano Zapata. Los campesinos, al conmemorar su
muerte, exigian a las autoridades el derecho de quemar sus acahuales. Aquel
10 de abril, las calles de la ciudad fueron abarrotadas por los militantes
de la ANCIEZ (Alianza Nacional Campesina Independiente Emiliano Zapata), la
mas radical de todas las organizaciones de Chiapas. Francisco Gomez
encabezaba la manifestacion. Entre los espectadores estaba _Marcos_. Acababa
de pasar unas semanas en Tampico, donde pronuncio una conferencia sobre la
firma del TLC. Fue la ultima vez que vio a su familia. "Rafael ya no se
comunico con nosotros", recordaria su madre, don~a Socorro Vicente (17).
_Marcos_, en aquella epoca, vivia en el barrio Norte de Ocosingo. Los
pormenores de la marcha de la ANCIEZ los habria de recordar en un texto muy
elocuente, _Chiapas: el sureste en dos vientos_. Alrededor de tres mil
indigenas convergieron, a las diez de la man~ana, en la plaza del Palacio
Municipal. Llevaban pancartas contra la firma del TLC, contra la reforma del
articulo 27, contra la represion de las comunidades en la Selva. Al
finalizar el acto leyeron una carta que mandaban a los miembros del gobierno
de Salinas. "En unos cuantos meses", les decian, "acabaron con nuestra mas
preciada conquista historica: el derecho a la tierra" (18). Francisco Gomez
paso despues de la reunion a las oficinas de la ARIC. Estaban pintadas de
blanco, como siempre, situadas aun en el terreno que, hacia muchos an~os,
con una cooperacion de 50 centavos por familia, habian logrado comprar los
campesinos para tener un lugar en Ocosingo. A la salida, Francisco se topo
con Carmen Legorreta, una de las asesoras del ARIC, licenciada en sociologia
por la Universidad Nacional Autonoma de Mexico. Carmen intercambio con el
dos o tres palabras, antes de comentar que tenia que participar en una
reunion con gente de la Secretaria de la Reforma Agraria.

    -No nos traicionen, Carmen -le dijo pronto Francisco-, Se estan
vendiendo a los del Gobierno (19).

    Carmen dudo por unos segundos antes de continuar. Las personas que
venian con ella le sugirieron, con un gesto, no tomarle la palabra. "A mi me
hubiera gustado platicar con el", recuerda, "que me dijera que pensaba, pero
ya no hubo ocasion" (20). Fue la ultima vez que lo vio. En las Can~adas, hay
que repetir, la organizacion mas importante, desde siempre, era la ARIC. Ese
monopolio termino, sin embargo, con la irrupcion de la ANCIEZ. Ambas
organizaciones, con proyectos excluyentes, se disputaban una misma base
social en esa parte de la Selva. Hubo pues, en el seno de las comunidades,
un debate muy intenso sobre la naturaleza del proyecto que convenia seguir
para responder a sus aspiraciones. Aquel debate, a pesar de las diferencias,
tuvo lugar en un marco de respeto. La ARIC nunca penso delatar al EZLN. "Eso
no resolvia los problemas de la region", diria mas tarde Carmen Legorreta
(21). Todas las comunidades estaban divididas con relacion al movimiento.
Incluso las familias. Denunciarlo significaba, de hecho, denunciar a los
amigos, a los hermanos. Asi pues, a pesar de los choques que tuvieron los
ariqueros con los zapatistas -en Ojo de Agua, en las Tazas, en Amador, en
Nuevo Progreso- nunca revelaron los secretos que guardaban las Can~adas.
"Apechugamos para no confrontar mas la situacion", habria de recordar
Lazaro Hernandez, quien entonces comenzaba ya su disension con el EZLN (22)
(...)

                                * * * * *

El 12 de octubre de 1992 fueron conmemorados los quinientos an~os del
descubrimiento de America. Mas de nueve mil indigenas participaron en la
manifestacion de San Cristobal de las Casas. Estaban alli la ARIC, la OCEZ
(Organizacion Campesina Emiliano Zapata), la CIOAC, la ANCIEZ, la UNORCA
(Union Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas y Autonomas), todas
aglutinadas en el Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas, el FOSCH,
fundado la vispera con el concurso de Chiltak (organizacion no gubernamental
de derechos humanos vinculada a la diocesis de San Cristobal. En tzotzil
quiere significa compan~ero). La ANCIEZ sobresalia por su disciplina, por la
cantidad de mujeres que llevaba. Algunos de sus miembros ostentaban arcos y
flechas, y tenian los rostros pintados de colores. Parecian un ejercito.
Todos ellos, movilizados durante la noche, llegaron a la ciudad en la
madrugada del 12, un lunes. La manifestacion partio, muy ordenada, de la
gasolineria de Huitepec, al lado de la estatua de fray Bartolome. Entro por
la Diagonal del Centenario, cruzo por el Puente Blanco, siguio de frente por
Mazariegos, dio vuelta despues en General Utrilla. Sus columnas pasaron de
largo la plaza de Armas para llegar al mercado, en donde torcieron a la
izquierda por Honduras y luego, de nuevo, por 20 de noviembre. _Marcos_ y
_Daniel_, entre la gente, filmaban la manifestacion. Habia comandos de
guerrilleros destacados en toda la ciudad, listos para responder en caso de
represion. Los coordinaba, parece ser, el mayor _Mario_. Entre los indigenas
que marchaban por las calles de la ciudad, la mayoria, sin dudas, era parte
del Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional. Muchos lo sabian. Al pasar
frente a la iglesia de Santo Domingo, unos militantes de la ANCIEZ dejaron
atras el grueso de la manifestacion, que siguio de frente por 20 de
Noviembre. Entonces, con palos y marros, empezaron a demoler la estatua de
bronce del conquistador Diego de Mazariegos. Un grupo de policias trato de
contenerlos, pero no pudo: fue recibido por una lluvia de pedradas.

    La marcha culmino por fin en la Plaza de Armas, es decir, la Plaza 31 de
Marzo, asi llamada por ser esa la fecha de la fundacion, en 1528, de la
ciudad de San Cristobal. Alli los campesinos desplegaron sus pancartas. _Hoy
cumple quinientos an~os de robo, muerte y destruccion el pueblo indigena_,
decian unas. _12 de octubre, dia de la desgracia_, clamaban otras. _Pinche
tratado, nos tiene maltratados_, ironizaban las demas. Los oradores tomaron
entonces la palabra. Jesus Santis, del ejido Morelia, hablo en tzeltal a
nombre de la ANCIEZ. Antonio Hernandez, del ejido Plan de Ayala, hablo en
tojolabal a nombre de la CIOAC. Angel Hidalgo, del ejido Venustiano
Carranza, hablo en tzoltzil a nombre de la OCEZ. El maestro de ceremonias
era _Frank_. Pronunciaba las palabras con soltura. Estaba convencido de la
necesidad de vincular, en un movimiento, los reclamos de los mestros,
estudiantes, colonos, obreros y campesinos. Era necesario propulsar
alianzas. "Romper con los regionalismos", afirmaba. "Ir mas alla de la lucha
concreta" (23). Habia que juntar a los petroleros de Pemex, en Tabasco; a
los trabajadores de la Volkswagen, en Puebla; a los estudiantes de la
Universidad de Sonora, entonces congregados en el Zocalo de la Ciudad de
Mexico. Todos en aquel momento luchaban, con el recurso de la huelga, para
defender sus derechos en el trabajo. Los campesinos tenian que brindarles
solidaridad. La manifestacion de San Cristobal culmino, por la noche, con
una misa en Catedral. Don Samuel, ante mas de cuatrocientos fieles, hablo
sobre la situacion en el estado, donde, subrayo, "crece y se fortifica una
violencia estructural que niega el legitimo derecho a desarrollar todas las
potencialidades del ser humano" (24). Al caer la noche, la tension era muy
grande. Jorge Lescieur, alcalde de la ciudad, despues de culpar al obispo
por la destruccion de la estatua de Mazariegos, anuncio la creacion del
Frente Unico de Defensa Ciudadana (...)

                                * * * * *

Uno de los ejes en la vida de los poblados de las Can~adas, era la iglesia
de San Jacinto, en la ciudad de Ocosingo. Habia sido construida en 1569 por
fray Pedro de Laurencio, quien la bautizo con el nombre Jacinto de Polonia,
un santo del siglo XIII, miembro tambien de la orden de Predicadores. Estaba
pintada con lechada de cal y cobijada con un techo de teja a dos aguas. Era
blanquisima. Resplandecia bajo la luz del sol. En el altar, entre las palmas
y las bugambilias, resonaba con placidez el zureo de las palomas. Afuera, en
el patio, prosperaban sin dificultad los mangos, los platanos y los
guayabos. Mas alla, por los lavaderos, aparecian una serie de carteles. _Se
prohibe andar con las novias... aqui_, decia uno. _Prohibido las parejas...
en este lugar_, anunciaba otro. Todos los an~os, en agosto, el padre Pablo
Iribarren festejaba con sus fieles el dia de San Jacinto. En ocasiones
acudian tambien los tuhuneles de la parroquia. Participaban al menos una vez
al an~o, por tres dias, en las asambleas que tenian lugar en Ocosingo. En
ellas estaba siempre Jesus Gomez, el tuhunel de La Sultana, muy amigo del
padre Pablo. Era el quien oficiaba los servicios de su gente, secundado por
los catequistas del ejido: Pedro Lopez, Heriberto Perez y Marcela Nicolas.
Los tres eran zapatistas. Uno de ellos, incluso Pedro Lopez, habria de
morir un an~o despues en el mercado de Ocosingo. Su mando en el ejido era
Francisco Gomez, el hermano de Jesus. Pocos sabian entonces, con certeza,
que militaba en el EZLN. Lo venian ir y venir, siempre con su morral al
hombro, siempre con sus botas Adoy, compradas en Guatemala. Lo llamaban Ic
(Viento) o Pucu (Diablo), aunque su nombre de lucha, por supuesto, era
_Hugo_.

     -?Por que te dicen _Hugo_? -le preguntaban los mas desorientados.

     -Nada -contestaba-. Apodo que me dan (25).


(Continua...)


11 Gobierno de Estado de Chiapas, "Codigo Penal", _Periodico Oficial_ del 11
   de octubre de 1990.
12 Gobierno del Estado de Chiapas, _Ibid_.
13 Citado por _Tiempo_, de San Cristobal, 23 de junio de 1990.
14 Citado por _Tiempo_, _ibid_.
15 Citado por _Proceso_, 12 de diciembre de 1994.
16 Citado por _La Jornada_, 4 de febrero de 1994.
17 Citado por _Excelsior_, 10 de febrero de 1995.
18 Citado por _Tiempo_, 15 de abril de 1992.
19 Fuente: Carmen Legorreta, abril de 1994, San Cristobal de las Casas.
20 Entrevista a Carmen Legorreta, abril de 1994, San Cristobal de las Casas.
21 Citado por _La Jornada_, 1 de marzo de 1994.
22 Citado por _La Jornada_, 20 de febrero de 1994.
23 Citado por Gaspar Morquecho, "La ANCIEZ en el movimiento campesino",
   _Tiempo_, 24 de octubre de 1992.
24 Citado por _Tiempo_, 13 de octubre de 1992.
25 Fuente: Francisco Hernandez, abril de 1994, La Sultana.


     A fines de 1992, _Hugo_ participo junto con otros insurgentes en una
serie de reuniones a los que convocaron sus mandos para discutir el tema de
la guerra de liberacion en Mexico. _Marcos_, _Daniel_ y _Pedro_, sus mandos,
tenian bajo su responsabilidad el Frente de Combate Sur-Oriental, que
comprendia los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco. _Pedro_, el segundo de
_Marcos_, militaba desde fines de los setentas en las Fuerzas de Liberacion
Nacional. Era guero, alto, flaco, jorobadon, con los ojos muy rasgados. Sus
compan~eros no sabian, por supuesto, su nombre de verdad. No sabian casi
nada de su vida. Hector Ochoa, el subcomandante _Pedro_, era nativo del
Distrito Federal. Tenia mas o menos treinta y un an~os. Habia sido reclutado
por las FLN en el municipio de Macuspana, Tabasco, donde trabajaba para
Pemex. Fue despues uno de los guerrilleros que llegaron a la region de
Tierra y Libertad al lado de _German_. Con el paso de los an~os, centro sus
esfuerzos en las can~adas de Las Margaritas, la zona de influencia de los
maristas de la Castalia, como llamaban a la mision de Guadalupe en Comitan.
Los zapatistas lo recuerdan con sentimientos encontrados. Pedrin era, segun
unos, "muy amoroso" (26). O mas bien, segun otros, "muy bravo" (27). Contaba
siempre, coinciden todos, con la simpatia de _Marcos_. Tambien _Daniel_.
Eran viejos amigos. El subcomandante _Daniel_ tenia treinta y dos an~os. Era
natural de Michoacan. Habia sido, como _Pedro_, reclutado desde los setenta
por las FLN. Su contacto fue _Gabriela_. Salvador Morales, en aquel
entonces, trabajaba junto con Rafael Guillen en la UAM de Xochimilco. Vivian
juntos. Ambos habrian de ser conocidos, mas tarde, con sus nombres de
batalla: _Daniel_ y _Marcos_. _Daniel_, el menor de los dos, fue de los
primeros en llegar a Tierra y Libertad. A mediados de los ochenta, junto con
_Elisa_, entreno por unos meses en Nicaragua. Mas tarde, trabajo con los
poblados de las can~adas de Altamirano. "Era de pelo chino negro", recuerdan
los zapatistas, "y traia un cuerpo muy moreno" (28). _Daniel_ y _Pedro_,
junto con _Marcos_, eran los subcomandantes del EZLN. Los tres habrian de
participar, con el resto de sus oficiales, en una reunion que marcaria, para
siempre, el futuro de las comunidades de la Selva.

    La reunion tuvo lugar el 23 de enero de 1993 en la escuela del ejido
Prado. En ella, las FLN resolvieron iniciar la guerra de liberacion en
Mexico. Unos an~os atras, con el auge del cardenismo, sus dirigentes habian
optado por aplazar la decision. No tenian entonces armas suficientes, ni
querian supeditar sus fuerzas a la figura del momento, la del ingeniero
Cuauhtemoc Cardenas. Pensaban, ademas, que podian -y debian- crecer tambien
en otras partes del pais. Ahora, en 1993, las cosas eran distintas.
Resultaba para todos evidente la necesidad de tomar una decision. El debate
recayo muy pronto sobre dos personas, el comandante _Rodrigo_ y el
subcomandante _Marcos_. _Rodrigo_ trabajaba por lo general en los estados
del norte de Mexico. En Chihuahua, por ejemplo, coordinaba las actividades
del capitan _Rodolfo_, un obrero que militaba desde los mediados de los
setenta con las FLN. Sus argumentos en contra del inicio de las hostilidades
eran razonables. El movimiento, sostenia, estaba muy debil en los otros
estados de la Republica: en los que formaban el Frente Norte, en los que
conformaban el Frente Para-Central. Sin su concurso, inevitablemente, los
zapatistas serian cercados en el Frente Sur-Oriental. _Elisa_ y _Gabriela_
secundaron los argumentos de _Rodrigo_. Tambien _Lucia_, la mujer de
_German_. Era mejor, aducian, esperar otros diez an~os para combatir
entonces una guerra que durase nadamas un mes. _Marcos_, por su lado, refuto
sin concesiones los razonamientos de sus contrincantes. No tomaban en cuenta
toda la verdad. Muchos de sus hombres, decia, abandonaban el movimiento por
el pleito con la Iglesia. Los que permanecian en el, alrededor de doce mil,
habitaban en comunidades identificadas ya por el Ejercito. Era necesario,
pues, tomar la iniciativa. Ello les permitiria, ademas, utilizar a su favor,
la coyuntura del pais, el an~o de las elecciones en Mexico. Su posicion fue
reforzada por _Daniel_ y por _Pedro_, y tambien por uno de sus hombres de
confianza: _Vicente_. Al cabo de unas horas, _Marcos_ obtuvo por fin el aval
de _German_. Entonces _Rodrigo_, a decir de los testigos, abandono la
reunion del Prado.

    -A mi ya no me necesitan -comento-. Por que no me lo dicen de una vez.
Nomas me quieren ver la cara (29).

    Camino hacia su coche, encendio el motor y partio del ejido sin escolta.
Nadie supo lo que sucedio despues (...)

                                * * * * *

El comandante _German_ era, sin lugar a dudas, el dirigente mas encumbrado
del Partido. Llevaba veinticuatro an~os en el movimiento: la mitad de su
vida. En un principio, el comienzo de los setenta, habia sido responsable de
redactar los folletos, elaborar los mapas y reparar las armas destinadas a
la guerrilla. Mas tarde, luego de los reveses sufridos por sus fuerzas,
trabajo por unos an~os del compan~ero _Alfredo_. Hacia fines de los setenta,
al morir _Alfredo_, quedo como primer responsable de las FLN. Con el al
frente llegaron al estado de Chiapas. A principios de los ochenta, junto con
_Rodrigo_, el segundo responsable, encabezo la fundacion del EZLN en la
region de Tierra y Libertad. Unos an~os despues fue capturado, en Chihuahua,
por la Policia Federal de Caminos. Traia con el armas de fuego muy
poderosas, que venia de comprar en Estados Unidos. Los policias, parece ser,
lo torturaron, pero sin averiguar absolutamente nada. Pasados unos meses
salio por fin en libertad. Lo propulsaban sus convicciones, sin duda, aunque
tambien, quizas, el deseo de vengar a todos los compan~eros que murieron en
la penumbra de la clandestinidad. "Es un hombre muy violento", habria de
confesar _Elisa_ (30). Los zapatistas coincidian con ella. "Era la linea
dura", dicen. "Ahi si que no los perdonaba a nadie" (31). Lo miraban con
temor cuando llegaba con ellos a la Selva. Les impresionaba su corpulencia,
su rigidez, su ferocidad, las tres estrellas de comandante que le brillaban
en el pecho. Sus responsabilidades en la organizacion eran muy diversas.
Tenia que presidir, con voto de calidad, las reuniones del Comite Central
del Partido; coordinar a las celulas que trabajaban en las ciudades para la
Secretaria del Interior; organizar las tareas del Comite de Finanzas; cuidar
los archivos de las FLN; comprar, en fin, las armas que sostenian las
actividades del EZLN.

    Abajo de _German_ estaba ya, despues de la reunion de Prado, el
subcomandante insurgente _Marcos_. Sus funciones eran, segun los documentos,
"elaborar y ejecutar todos los planes relativos a la guerra de liberacion"
(32). Con ese fin propuso, en Prado, la formacion del Comite Clandestino
Revolucionario Indigena. Necesitaba saber, antes que nada, el grado de
compromiso que tenian sus bases con la guerra. A mediados de febrero, las
actas -en favor y en contra- fueron elaboradas por las comunidades. El 25 de
marzo tendria lugar la votacion -"el juramento", como dicen en la Selva
(33). Unos pensaban votar a favor; otros estaban decididos a votar en
contra. Habia dos grupos entre las bases del movimiento, que reflejaban a su
manera las discrepancias en la direccion. Ambos grupos, radicales y
moderados, estaban convencidos de la necesidad de mantener la union por
encima de las diferencias. "Si se resolvia que todavia no era el momento
adecuado, acataban la orden, y si era lo contrario, entonces todos jalaban
parejo", comentaria despues un misionero de la diocesis. "La resolucion fue
que era el momento" (34). Entre las can~adas mas zapatistas estaban
Avellanal, Amador y Patihuitz; entre las menos, a su vez, destacaban Agua
Azul y San Quintin. La presencia de la guerrilla, por esas fechas, era un
secreto a voces en toda la Republica. Las publicaciones mas importantes del
pais reci-bian con frecuencia noticias al respecto por conducto de los
ganaderos que vivian en esa zona. Todos lo sabian. "En la Selva Lacandona",
escuchaban decir muy a menudo los miembros de la Camara de Diputados,
"operan grupos armados que estan siendo alentados por la policia antipopular
del gobernador Patricio Gonzalez" (35). El gobernador, a comienzos de 1993,
acababa de ser nombrado Secretario de Gobernacion en lugar de Fernando
Gutierrez Barrios. Estaba muy bien informado sobre la presencia de la
guerrilla. Uno de sus contactos en la region era Octavio Albores, antiguo
presidente municipal de Ocosingo, entonces diputado de Chiapas por el PRI.
Estaba tambien muy identificado con el ala mas conservadora del gobierno. El
signo de su nombramiento resultaba para todos inequivoco: mano dura,
cerrazon durante las elecciones del an~o que venia, an~o que prometia ser
-como lo fue- sumamente conflictivo.

    En Chiapas, los rumores sobre la guerrilla resonaban por todos lados en
la primavera de 1993. El Ejercito recorria con regularidad las can~adas de
la Selva. Las comunidades de la region, a su vez, estaban alarmadas por su
presencia. Con el proposito de reclamar la salida de la tropa, el FOSCH
organizo, el 20 de abril, una manifestacion en Tuxtla. Participaron ese
martes, a pesar del calor, terrible por aquellos dias, mas de mil quinientos
indigenas de Chiapas. Muchos eran miembros de la ANCIEZ. "La marcha partio a
las doce horas del entronque La Angostura", escribio Gaspar Morquecho, uno
de los coordinadores del FOSCH, "Al pasar frente a la residencia de la 7a.
Region Militar, algunos grupos decidieron realizar un mitin, pero el
contingente siguio hasta llegar hasta la Plaza Central, a las dos de la
tarde" (36). Los indigenas exigian hablar con el gobernador del estado,
Elmar Setzer, sustituto de Patrocinio Gonzalez. A diferencia de la mayoria
de sus predecesores, el gobernador no era finquero, aunque su mujer,
Mercedes Pedrero, pertenecia a una familia de ganaderos y cafetaleros muy
renombrados en el Sureste. Al conocer los reclamos del FOSCH, Setzer anuncio
que sus representantes serian recibidos por el secretario de Gobierno,
Rafael Gonzalez Lastra. Los indigenas, sin embargo, rechazaron hablar con
el. Continuaron su planton frente al Palacio de Gobierno. Bloquearon tambien
la Avenida Central. Demandaban la solucion a los problemas del campo, la
salida del Ejercito de las comunidades de la Selva. "Quieren probar al
gobierno de Chiapas", comento Setzer, "pero el gobierno de Chiapas
respondera con la Ley" (37). Nadie supo decir lo que significaban sus
palabras. Lo cierto fue que la presion de los indigenas no dio los frutos
esperados. Al final, ni siquiera los recibio el secretario de Gobierno, sino
dos de sus asesores, Gustavo Godoy y Jesus Cancino.

    El 22 de abril tuvo lugar la reunion de los representantes del FOSCH con
los asesores de Gonzalez Lastra. Estaban todos sentados en uno de los
salones del Palacio de Gobierno. Eran las once de la noche. Discutian bajo
la luz de neon acerca de la presencia de los soldados en las Can~adas.
Francisco Gomez era el representante de la ANCIEZ. "Venia vestido con una
camisa azul cielo", afirma Gerardo Gonzalez, coordinador del FOSCH, "y si no
mal recuerdo, con un pantalon de casimir viejito y unas botas negras" (38).

    -La ANCIEZ no es gente violenta -subrayo con firmeza Francisco-. Nuestro
trabajo es pacifico. No estamos de acuerdo con la violencia y queremos que
nos dejen en paz.

    -Que bueno -contesto nomas Jesus Cancino, asesor de proyectos especiales
del gobierno de Chiapas.

    El doctor Cancino, pediatra de profesion, era canoso, delgado, bajito,
bien intencionado, colaborador, tiempos atras, en el gobierno de Jorge de la
Vega. Entonces intervino Godoy.

    El Ejercito se encuentra patrullando la region de Ocosingo -dijo- porque
se ha detectado la presencia de un grupo fuertemente armado, que no es
guatemalteco, que es mexicano.

    Francisco no comento nada. Era ya por aquel entonces capitan en el EZLN.

    -Pero lo que mas le preocupa al Ejercito -continuo Godoy- es que estan
transmitiendo con equipo altamente sofisticado (39).

    El Ejercito, por aquel entonces, tenia noticias muy detalladas sobre la
guerrilla. Sabia que su dirigencia la formaban cuadros de las FLN. Tambien
sabia que estaban involucrados en ella miembros del PROCUP. En la Selva
circulaba, entre los insurgentes, la revista que producian: _Proletario_.
Circulaba, asimismo, literatura mas elaborada. En uno de sus comunicados
-_Al pueblo de Mexico_- anunciaban su meta sin equivocos: "la toma del poder
politico, la instauracion de la dictadura del proletariado y la construccion
del socialismo" (40). Para realizar esa meta proponian, en el comunicado,
"una estrategia general que contemple como via fundamental de la revolucion
la lucha revolucionaria y, en torno a ella, todas las formas de combate que
surjan de nuestro pueblo" (41). Los miembros del PROCUP estaban, por
supuesto, subordinados a los mandos de las FLN. ?Habia mas agrupaciones con
ellos? Muy probablemente no, aunque quizas tenian presencia, tambien, restos
del Movimiento de Accion Revolucionaria, de las Fuerzas Armadas de
Liberacion Nacional, o bien quizas de la Liga Comunista 23 de Septiembre,
algunos de cuyos cuadros militaron an~os antes en Oaxaca con la Brigada
Revolucionaria Emiliano Zapata. Todos confluian, ahora, en el EZLN. Formaban
un grupo muy poderoso, activo tambien en otros estados del pais. El
Ejercito, en su relacion con ellos, tenia las manos atadas con el gobierno
de la Republica, que negaba sin cesar la presencia de guerrilleros en
Mexico. "Desconocemos la presencia de grupos guerrilleros en el pais",
contestaban siempre, a todas las preguntas, los mandos de la 7a. Region
Militar (42). Asi pues, los soldados a sus ordenes estaban forzados a
maniobrar con el pretexto del narcotrafico. En la primavera de 1993, con ese
pretexto, tenian militarizada la region de Patihuitz. Por esos dias, en una
de sus maniobras, descubrieron el campamento de Las Calabazas, al norte de
la sierra Corralchen. El EZLN, con ello, estaba a punto de irrumpir en la
historia de Mexico.


(Fin del extracto)


26 Citado por _El Nacional_, 14 de mayo de 1994.
27 Entrevista a Lorenzo Jesus, agosto de 1994, Ocosingo.
28 Entrevista a Lorenzo Jesus, agosto de 1994, Ocosingo.
29 Fuente: Lorenzo Cruz, febrero de 1995, Pedro Pacayal.
30 PGR, _Declaracion Ministerial de Maria Gloria Benavides Guevara_, Mexico,
   9 de febrero de 1995.
31 Entrevista a Lorenzo Cruz, febrero de 1995, Prado Pacayal.
32 PFLN, _Ibid_.
33 Entrevista a Abelardo Perez, agosto de 1994, Guadalupe Tepeyac.
34 Citado por _Proceso_, 13 de septiembre de 1993.
35 Citado por _Tiempo_, 28 de abril de 1992.
36 _Tiempo_, 21 de abril de 1993.
37 Citado por _Tiempo_, 24 de abril de 1993.
38 Entrevista a Gerardo Gonzalez, abril de 1994, San Cristobal de las Casas.
39 Fuente: Gerardo Gonzalez, abril de 1994, San Cristobal de las Casas.
40 Citado por _Proceso_, 7 de junio de 1993.
41 Citado por _Proceso_, _Ibid_.
42 Citado por _Tiempo_, 28 de abril de 1992.